18 Jun Mochila portabebés
Las mochilas portabebés (o mochilas porta bebés o portabebés a secas) se han convertido por derecho propio en uno de los artilugios relacionados con la crianza del bebé más demandados y consumidos dada su enorme utilidad y al hecho de que ayudan a vincularte con tu pequeño de una forma cercana y natural, como si, por arte de magia, nos convirtieramos en marsupiales cariñosos y llenos de afecto y cercanía con nuestros bebés.
Perdonad la metáfora, la uso porque es casi un imperativo de las mochilas portabebés no en vano muchas marcas y modelos de las mismas usan al canguro como ineludible referente.
Tener cerca a tu bebé es de las cosas más grandes que puedes sentir. Su delicioso peso (bueno, a veces, si se llevan mucho rato, ya no es tan delicioso, lo sé), su calorcillo, el sentir que a tu corazón le ha salido una protuberancia cálida y querida, no tiene precio.
Además, es una verdad asumida como ciertísima: salvo algunas excepciones, a ellos les encanta ir portados en una de estas mochilas.
Hablamos de mochilas portabebés ergonómicas, pues son las que han desplazado al resto dados su diseño, ajustado a la actividad que cubre, y a que duran más. Las mochilas colgonas (no ergonómicas), por ejemplo, sólo son cómodas y útiles hasta los 8 meses de vida en que son más fastidiosas de usar.
Desde tu blog de bebés, repasemos, antes de continuar, la realidad de las mochilas colgonas, para tener claros los conceptos.
Mochilas colgonas
Las mochilas colgonas presentan demasiados inconvenientes tanto para ti, como sobre todo, para tu bebé, que las hacen sumamente desaconsejables.
Vamos a repasar los motivos que nos llevan a esta tajante afirmación.
8 razones que hacen desaconsejables a las mochilas no ergonómicas
- No se ajustan a la anatomía del porteador sino que presenta posiciones prefijadas.
- No se ajustan tampoco al bebé, ofreciendo un soporte insuficiente, básicamente, la zona genital.Se fuerza a la espalda del bebé a una artificial posición recta, cuando lo natural es una cierta curvatura.
- El bebé va muy abajo y demasiado separado del cuerpo del porteador, lo que desplaza el centro de gravedad de éste y causa incomodidad y eleva el riesgo de caída.
- El bebé va colgado de sus genitales, recayendo todo su peso sobre ellos.
- Las piernas quedan estiradas por lo que la cabeza del fémur no queda bien encajada dentro del acetábulo de la cadera.
- En muchos casos vemos, en las mochilas colgonas, a los bebés mirando en la misma dirección de la mirada del portador, lo que fuerza al bebé a una posición contraria a la fisiológica y lo expone a estímulos de la realidad sin ofrecerle refugio.
- Reparte de forma desigual el peso generando sobrecargas y forzando la resistencia tanto del portador como del bebé
Portabebés ergonómicos
Ya te hemos desmenuzado los problemas de las mochilas colgonas. En breve, vamos a publicar un post enfocando los portabebés ergonómicos para explicarte cómo estas mochilas para bebés son las más indicadas para un uso ajustado a tus necesidades y a las de tu bebé.
Hasta pronto.